Cortesía en primer lugar, seguida de la estricta observancia de las normas de la lengua escrita.
Aplicar consistentemente las normas del castellano, nuestra lengua, que es la que configura el espacio social en el que interactuamos oralmente y por escrito.
Sintaxis. Observar el orden natural de la lengua: sujeto seguido de sus atributos, y verbo seguido de sus modificadores o complementos.
Acentuación. Aplicar sin excepción las reglas correspondientes (aquí se resumen): Las palabras agudas tienen la sílaba tónica en la última silaba; se acentúan si terminan en n, s, o vocal (Ej. publicó). Las palabras graves, la sílaba tónica es la penúltima; no se acentúan si terminan en n, s o vocal (Ej. publico). Las palabras esdrújulas son las que tiene la sílaba tónica en la antepenúltima; se acentúan siempre (Ej. público), lo mismo que las sobreesdrújulas (Ej. públicamente).
Mayúsculas. Usar las mayúsculas conforme a la norma: únicamente para iniciar un escrito, después de punto y la inicial de nombres propios. Esta norma rige para los títulos.
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